"En este lugar se forjará la sexta Copa Libertadores de Peñarol"


Juan Pedro Damiani, presidente de la institución, inauguró con esa frase el Centro de Alto Rendimiento destinado a las actividades de las divisiones formativas.

Ubicado en el kilómetro 25 de la Avenida Giannattasio, en el departamento de Canelones, el moderno complejo deportivo carbonero que ocupa un terreno de 75.000 metros cuadrados demandó una inversión cercana a los dos millones de dólares y cuenta con cinco canchas, una de las cuales ya tiene iluminación artificial, mientras se está en proceso de hacer lo mismo con otra.

"Sería más fácil buscar el éxito inmediato gastando dos millones de dólares en ocho jugadores de elite, pero elegimos otro camino, este camino de la formación de nuestros propios cracks para que al terminar el siglo XXI se repita el logro conseguido en el XX, de ser el mejor club de América", afirmó Damiani en el acto de inauguración del complejo, el punto más esperado en la cartelera de eventos por la celebración de otro aniversario del club.

Además de las cinco canchas al aire libre -una de las cuales será utilizada para los partidos oficiales de los juveniles-, el C.A.R., como se lo denomina, cuenta con un gimnasio principal de 656 metros cuadrados con césped sintético que, incluso, podría ser utilizado en algunas oportunidades por el plantel principal.

Pero esa no es la única "joyita" del complejo. También cuenta con una sala de musculación de 100 metros cuadrados equipado con aparatos de última generación, un vestuario de 120 metros cuadrados con un total de 36 duchas y una sala de sanidad de 20 metros cuadrados. Eso a nivel deportivo.

En lo extradeportivo, se destaca un salón multidisciplinario de 150 metros cuadrados donde los jugadores podrán comer, recibir charlas educativas y técnicas, realizar actividades culturales y, de ser necesario, actividades físicas.

Este complejo se enmarca en el proyecto a largo plazo en materia de formación de jugadores que comenzó hace dos años, cuando los dirigentes fueron a buscar a Víctor Púa para su coordinación. Fue el ex entrenador de la selección uruguaya el que recomendó la creación de un centro "de alto rendimiento" como el que ayer se regaló el carbonero para su cumpleaños. Las vueltas de la vida -más bien del fútbol- hicieron que Púa sea el actual entrenador del plantel principal de Peñarol.

"A lo primero nos costó convencer a Juan (Damiani), pero después la idea se le metió en la cabeza, dijo que sí y esa fue mi pequeña contribución, nada más", contó Púa. "No tengas dudas que habrá un antes y un después de esto en la vida de Peñarol. Este complejo tiene poco que envidiarle a los de otras partes del mundo", agregó.

"Para mí las promesas son una cuestión de vida. Prometí que íbamos a hacer este complejo y lo hicimos, aunque mucha gente pensó que se decía para vender humo. Pero todos tenemos un ángel sobre un hombro y al diablo sobre el otro. El diablo me decía `no seas tonto, traé jugadores y andáte como el presidente más ganador`, pero el ángel me contó que las grandes presidencias de mi viejo, Cataldi y Güelfi se dieron en un contexto en que el que se podía traer a los grandes jugadores locales e internacionales, algo que ahora es imposible. Entonces, apostamos a este camino, acá nuestros propios jugadores van a gestar la conquista de la sexta Libertadores", afirmó Damiani luego de los actos protocolares.

Y mientras Damiani decía eso en un rincón del salón multidisciplinario, a pocos metros de él un grupo de juveniles ya disfrutaba de las nuevas canchas. Este Centro de Alto Rendimiento supo transformarse en el buque insignia de la actual administración carbonera. Ayer se puso en marcha.