A falta de "9", sobra buen pie. La nueva estrategia ofensiva le dio resultado a Diego Aguirre



Peñarol sigue en la búsqueda de otro "9" para su plantel, un centrodelantero para sacarle jugo a la velocidad de los jóvenes extremos que están destinados a ser el arma letal del equipo en el Torneo Clausura.

Tras la poco resistida marcha de Braian Rodríguez al fútbol de Argentina y con Diego Alonso mirando el debut aurinegro desde el banco de suplentes, Peñarol se las ingenió para jugar sin un "9" clásico, y mal no le fue con su nueva ofensiva.

Como lo informara Ovación durante la semana, cada práctica de fútbol antes del debut comenzó con el "Pollo" Olivera y Antonio Pacheco como los jugadores más adelantados y con dos "aviones" por las bandas: Urretaviscaya y Gastón Ramírez; y por esa opción se inclinó Diego Aguirre para su presentación.

"Al no tener un `nueve- nueve`, un jugador de área, porque el `Pollo` y yo no lo somos, la idea es mantener la prolijidad en el juego y ser ambiciosos cuando se tiene la pelota; y nosotros tenemos que hacer lo posible con el `Pollo` para estar en el área esperando esas pelotas que llegan por afuera con la velocidad de, en este caso, `Urreta` y Gastón", analizó Pacheco.

Para Pacheco jugar por momentos casi como un "9" no es nuevo. En esa función se formó en Peñarol, llegando a Primera como un reconocido goleador en inferiores. Las circunstancias lo fueron retrasando en la cancha hasta convertirlo en un "10" clásico. "El `Pollo` sí, está más acostumbrado a jugar en esa posición, más adelantado, porque en Italia lo hizo durante un tiempo en el Genoa. Y en lo personal, uno a lo largo de la carrera ha corrido la cancha en todos lados, así que es cuestión de adaptarse a una función nueva y brindarse al equipo", reconoció el capitán.

"Sin un `9`, `Tony`, el `Pollo`, `Urreta` y yo tenemos que estar siempre llegando. Además, uno del `doble cinco` también tiene que desprenderse y llegar para acompañar en el área", afirmó Gastón Ramírez.

Ese "doble cinco" que se desprende es, generalmente, Egidio Arévalo Ríos, quien el domingo, por ejemplo, tuvo un cabezazo en el borde del área chica que pasó a centímetros del arco bohemio -tras una rápida jugada creada por la derecha- y un remate desde afuera del área tras avanzar varios metros con la pelota al pie, en contragolpe.

A saber, el primer gol de Peñarol llegó con una buena pared entre Pacheco y Ramírez, que llegó hasta la línea final para sacar el centro hacia atrás, definido por el propio Pacheco. El segundo, con una jugada que inició Olivera por la izquierda y terminó en el área Urretaviscaya. Y el penal para el tercero se generó otra vez por un pique endemoniado de "Urreta" tras un notable pase profundo de Olivera, esta vez por la derecha. Es decir, las variantes sin un "9" de área fueron muchas y dieron resultado, al menos en el debut.

El plan "B", tras la salida de Urretaviscaya y Ramírez a pedido de ellos, también dio resultado. Desborde de Ramis por derecha y gol de Martinuccio. Ellos sí, son "punteros punteros", aunque no cabezas de área. Aguirre sigue esperando un "9". Mientras, se las arregla.
El capitán y una sana costumbre

Como en el Apertura, Antonio Pacheco comenzó con doblete el torneo, enfrentando a Wanderers. Pero seguramente el dato más relevante es que se parece mantenerse la tendencia de los últimos torneos. El capitán fue el goleador aurinegro en los últimos dos torneos. En el Clausura de la temporada 2008/2009 Pacheco hizo siete goles, tres menos que el goleador del torneo (Zambrana, River Plate). Su producción mejoró en el pasado Apertura, donde terminó con ocho goles, otra vez siendo el máximo anotador de Peñarol. Y al presente Clausura entró con el pie derecho.