Peñarol le gano a Wandres 4 a 2



Ganó Peñarol. En el balance general, sin discusión, aunque con algún toque de fortuna o, al menos, circunstancial, porque cuando el partido estaba 3 a 2 y los aurinegros estaban en notorio "trance", ya que después de ir ganando 3 a 0, Wanderers se le acercó en forma amenazante y peligrosa, Puerari erró un gol solo, en una jugada que -a la altura del trámite que se dio- tal vez pudo haber cambiado la historia.

Es decir, entre un equipo -Wanderers- que no estuvo firme atrás cada vez que lo atacaron a fondo, y otro -Peñarol- que dio la misma sensación en el segundo tiempo, cuando el equipo bohemio le dio entrada a Puerari, justamente, y pasó a jugar con dos puntas en lugar de uno solo, la diferencia fue algo más que de 45´.

Sin embargo, por lo visto en el complemento, la diferencia que marca el 4-2 -explicable por la relativa contudencia aurinegra, incrementada al final, con el ingreso de Ramis y Martinuccio- fue, si se quiere "mentirosa".

Esto es, Peñarol fue más que Wanderers, que salió a jugar el primer tiempo con un 4-1-4-1 y no llegó arriba, mientras que en el medio, pese a poner 5 jugadores en la zona, le costó agarrar la pelota y por pasajes, incluso, no paró ni el ómnibus.

Lo que pasa es que, aunque fue notorio que al poner a Urretaviscaya y Ramírez de volantes por afuera y a Olivera y Pacheco de punta, Diego Aguirre quiso que los primeros acarrearan fútbol veloz y pujante por los laterales, arriba faltó peso, no hubo definidores.

En cierta medida, la debilidad del fondo bohemio y también el empuje de Ramírez y Urretaviscaya, solucionaron las cosas, como ocurrió en la jugada del primer gol de Pacheco y en la del propio ex darsenero en el segundo.

La impresión quedó ratificada cuando, apenas inciado el complemento, otra flaqueza de la zaga de Wanderers permitió que, de penal, Peñarol pasara a ganar 3-0, supuestamente cómodo.

De todas formas, como para esa altura Wanderers entró a atacar más resueltamente y con más gente, volvieron a aparecer los viejos problemas de Peñarol en el fondo: un error, otro y, si no hubiera sido por ese gol que erró Puerari, quién sabe cuál hubiera sido el final de la historia que, al final, se cerró con el 4-2 que dejó "sellado" Martinuccio.

La cifra. 81 minutos iban cuando Puerari erró un gol ante Sosa; ahí pudo cambiar la "historia".

las estrellas. A. Pacheco | Aún sin brillar, el ´Tony´ hizo dos goles, uno de penal, y fabricó otros. Terminó siendo clave.