Entrevista a Diego Aguirre. "Creímos en los jugadores que estaban, en los que no servían"




Ayer se despertó a las siete de la mañana. Confesó que no es fácil dormir tras un partido como el que Peñarol le ganó a River. "Tanto si ganás como si perdés. Te despertás y te vienen a la mente las jugadas del partido. Si estás contento, el corazón te late, aunque estés acostado; y si estás triste no te podés levantar de la cama", confió. Se levantó 9:30 para ver el partido entre Fénix y Liverpool. `Me sirve un empate` se dijo y se le dio. Contento, se fue a lo de su hermana Victoria, donde compartió un almuerzo en familia.

- Con la mano en el corazón, ¿se imaginaba que a seis fechas del Clausura Peñarol iba a estar donde está?

- En el torneo sí, pero en la tabla Anual no porque no dependía de nosotros. El Clausura era nuestro objetivo principal, primario y único.

- Es cierto que los favorecieron otros resultados, pero la campaña es impresionante.

- Maravillosa. Siempre te imaginás que vas a ganar. A pesar de lo difícil que estaba y toda la adversidad. La única forma de encarar los partidos es para ganar. Y proyectarte como que todo va a ser positivo. Lo que pasa es que después cuesta mucho que sea así. Esta realidad está fuera de contexto.

- ¿Y cuál es la explicación?

- Tal vez no sepa darla. Lo único que sé es que llegamos a trabajar y dimos lo mejor de nosotros. Nos encontramos con un plantel en el que pocos creían. Estaba como desvalorizado.

- ¿Recuperaron la confianza?

- Una de nuestras apuestas importantes fue darnos cuenta que había buenos jugadores y que había que rescatar lo mejor de ellos. ¡Y vaya si pasó! Creímos en los jugadores que estaban. Si bien es cierto que hay dos futbolistas que trajimos y están jugando, que son Arévalo y Urretaviscaya, la base del equipo es la que misma. Son todos los que aparentemente no servían. Y con rendimientos fabulosos.

- ¿El partido del sábado frente a River fue el más difícil?

- En lo previo era un partido bisagra, pero yo también me tomé así el de Liverpool; y estaba más nervioso frente a Liverpool. Me preocupó más. Todos los puntos son importantes, pero esos dolían. Y, además, cuando vas ganando y acumulando puntos, tenés margen para perder algún punto. Y el del sábado marcaba un despegue o una confirmación de las cosas buenas.

- Peñarol fue avasallante al principio del primer tiempo.

- Los dos goles tan temprano fueron circunstancias del juego, porque capaz que la pelota no entraba, por eso me quedo con la actitud del equipo. En el primer tiempo Peñarol le pasó por arriba. Dominó, mandó, creó y tuvimos más situaciones para ganarlo con más amplitud.

- Luego las cosas cambiaron.

- Sí, hubo un vuelco. Con la expulsión quedamos desacomodados en defensa y vino el penal. La expulsión fue el quiebre. Pasé a Albín a la derecha y a Gastón a la izquierda y vino el penal. Ese fue un cambio en el partido que nos costó el empate y nos pudo perfectamente haber costado dejar puntos.

- ¿Fue el partido en el que más sufrieron?

- Sí. Por eso rescato que el equipo luchó y batalló. Fue buenísimo haber ganado, pero si nos tocaba empatar, yo estaba satisfecho igual. En algún momento vamos a dejar puntos; por eso rescato el buen juego y sobre todo a entrega. Hay jugadores que emocionan.

- ¿Quiénes?

- Arévalo. Lo veo y me emociona. Por nombrar uno, pero no quiero ser injusto, porque todos se rompieron el alma por la camiseta.

- ¿Un empate era justo?

- No, lo que pasa es que a veces empatás y chau. Yo no comparto que haya sido un tiempo para cada uno. Si el fútbol fuera por puntos Peñarol fue más que River.

- ¿Qué es lo que más le preocupa de lo que viene?

- El próximo partido. Porque hay que reafirmar lo que conseguimos cada domingo. Nuestro primer objetivo sigue siendo el Torneo Clausura, pero ahora apareció otro que va de la mano. Y no puedo dejar de mirarlo. Nunca imaginé que en la sexta fecha la tabla Anual dependiera de mí, pero bienvenido sea. Y ahora voy a pelearla.

- Muchos dicen que Peñarol tiene el Clausura ganado.

- No, porque recién va el 40% del campeonato. Van seis partidos y faltan nueve.

- ¿Quién puede complicarlo?

- Nosotros mismos. El rival de Peñarol es Peñarol. Si nos creemos que ya se consiguió algo.

- ¿O perder un partido y que vuelvan los fantasmas?

- No, fantasmas no hay más. Quedaron atrás. Ya no están. En varios partidos hubo posibilidades de que aparecieran, como frente a Cerro que nos empataron y ganamos faltando cinco minutos; o contra River. Los fantasmas son un tema del pasado, y yo no estaba.

- ¿Qué siente cuando ve el estadio con tanta gente?

- Es divino. Estar ahí y ver toda esa alegría es impresionante. Hay gente a la que no le gustan las mascotas, pero ver a cien chiquilines de Peñarol es volver a la esencia. Es una necesidad. Capaz que joroban un poco, pero es espectacular. Para mí es maravilloso. Y mirando más allá de Peñarol, creo que estadios así le hacen muy bien al fútbol uruguayo.

- Cuando ve el estadio así, ¿se siente un poco responsable?

- De alguna manera sí, porque soy el responsable del equipo y el que genera eso es el equipo. Yo y mi cuerpo técnico.

- ¿Hoy se siente más preparado para la dirección técnica?

- La esencia no la cambié, pero estoy más frío para tomar las decisiones. Hoy el equipo está por encima de cualquiera. Antes me costaba más, me sentía más jugador y me involucraba más. Hoy no puedo ponerme en el lugar del otro, tengo que hacer lo mejor para que Peñarol sea campeón. Y punto.

- ¿Hoy hay menos problemas en la dirigencia?

- Los resultados son tan mágicos que ya no se habla de problemas políticos. Las reuniones de directiva son más cordiales y va gente de todas las corrientes al vestuario o a Los Aromos.

- ¿Qué le dicen en la calle?

- Eso es algo impresionante. Me pasa lo mismo que en 1987. Hay hinchas de Peñarol por todos lados, pero estaban sin aparecer. Y ahora disfrutan. Lo que más me repiten es `gracias por volver`. Y es lo más lindo.

- ¿Y qué le dice a la gente, incluso sus amigos, que le recomendaron que no era momento de volver?

- Qué por suerte estaban equivocados. Si hay una cosa de la que estoy feliz es de haber vuelto a Peñarol.

"El rival de Peñarol es Peñarol; los fantasmas son cosa del pasado, yo no estaba".

Jugadores. "Arrancamos el 4 de enero, no hace ni dos meses. Es muy poco; pero los jugadores querían esto: trabajo, armas. Lo necesitaban como hijos que piden límites; y es un placer trabajar con ellos".

Cuerpo técnico. "Faltando 15 minutos, Peñarol le pasa por arriba a los rivales y era un equipo que se caía en las segundas partes y estaba lleno de lesionados. Hoy no hay nadie en sanidad. Es trabajo de todos".