Entrevista a Sergio Orteman. "Hay grandes jugadores y un secreto: no parar de correr"



Fue el último en aparecer en la sala de prensa, pero estaba justificado: terminó el partido y se metió en una tina llena de hielo, extenuado. Minutos antes había sido el gran motor de un Peñarol que, dice Orteman, ganó por dejar todo en la cancha. Y en ese "dejar todo", los volantes de contención son los abanderados. Orteman asumió que fue un partido durísimo ante un equipo "bicho" y que cada vez cuesta más ganar porque los equipos al principio no respetaban a este Peñarol.

-Dicen que demoró en venir porque estaba lleno de hielo, "liquidado".

-Terminé cansado sí. Fue un día de calor, ellos no se entregaron nunca y todo el equipo terminó cansado. Pero es bueno, si uno no termina cansado es porque no dejó todo en la cancha y esa es una de las virtudes de este equipo: deja todo. Lo hace cuando tiene la pelota y más cuando no la tiene.

-¿Costó más de la cuenta?

-Sí, fue durísimo. Defensor es un equipo grande, que no está pasando un buen momento deportivo pero que cuenta con buenos jugadores, con mucha experiencia. Es, como se dice, un equipo "bicho", que sabe cuándo te tiene que agarrar, cuándo jugar. Y en este partido nos hizo el gol en el mejor momento de nosotros. Pero por suerte el equipo lo pudo sacar a flote al partido, porque fue tomado como una final importantísima; esta victoria nos permite seguir trabajando tranquilos.

-¿Fue la victoria más "a lo Peñarol" en lo que va del torneo Clausura?

-Y... creo que sí. Fue un partido reñido, de mucha marca en toda la cancha y ganar así a la gente también le gusta.

-¿Influyó en el juego que Nacional haya perdido?

-No. Nosotros miramos fútbol, pero no nos fijamos en lo que hacen lo demás. No nos influyó porque sabíamos que pasara lo que pasara, dependíamos de nosotros mismos.

-¿Pensó que se les podía escapar esta oportunidad?

-No, en todo momento estuve tranquilo. Cuando íbamos 1 a 1 para mi gusto estábamos jugando mejor y ellos encontraron el gol. Pero estamos convencidos de que tenemos grandes jugadores y un secreto: no parar de correr. No se paró de correr y eso hizo que ganáramos un partido muy importante.

-Con un marco así en el estadio, a veces es como si jugaran con 12.

-El entorno es impresionante y nosotros no tenemos más que agradecerle a la gente de Peñarol. Venir al estadio 40 o 50 mil personas, cantando los 90 minutos, la verdad es algo que no se ve todos los días y en todos lados. A nosotros siempre nos da un plus, como para entregarle todo adentro de la cancha para que ellos se vayan a sus casas contentos. Por suerte, todos nos estamos yendo felices después de ver a Peñarol.

-¿Considera que Peñarol está jugando peor que en el comienzo del torneo?

-Creo que el equipo está igual, lo que ha cambiado son los rivales. En los primeros partidos los rivales vinieron a jugarle al Peñarol del año pasado, al que no estaba fino por lesiones, por temas físicos y otros cosas que pasaban en la institución. Eso hizo que, tal vez, se nos tuviera menos respeto. Ahora la cosa cambió, los rivales se vienen a cuidar porque saben que se van a encontrar con un Peñarol serio y a nosotros nos cuesta más hacer lo que sabemos.

-En ese Peñarol de antes, ¿imaginaba este presente?

-No, pero obviamente es el objetivo que nos planteamos el primer día de trabajo.

"Los rivales venían a jugarle al Peñarol del año pasado; ahora la cosa cambió".