Entrevista a Sergio Orteman "La gente tiene tanta hambre de gloria como nosotros"



Disfruta del gran momento de Peñarol, pero no pierde la calma ni su hablar pausado. Dijo que, a pesar de haber jugado en equipos importantes, nunca vivió algo como lo que les brinda la hinchada cada fin de semana. "Puedo haber vivido algo parecido en la Copa Libertadores, pero en un torneo local y contra equipos chicos meter 50.000 personas, nunca", enfatizó. Afirmó, a su vez, que no le preocupan las cuatro tarjetas amarillas que tiene arriba y que no cambia su juego por eso.

-¿Imaginaba que en siete fechas jugadas iban a tener todos los puntos en el bolso?

-Los puntos guardados, en el bolso, no. (Dice muy serio y luego se ríe). Cuando uno empieza a entrenar lo hace con mucha ilusión, más estando en un equipo importante como Peñarol. Sueña con ganar el campeonato y darle alegría a la gente, pero un comienzo así era difícil de imaginar. Hoy, viéndolo, creo que es merecido por lo que se ha hecho dentro de la cancha, por juego, por actitud y concentración.

-¿Cuál es la explicación para ese cambio tan radical?

-Cuando hay muchos años de derrotas, el cambio tiene que aparecer. Ya pasó antes del Quinquenio. Siempre hay un vuelco y se ve que este es el momento de Peñarol de hacer ese vuelco. Hay jugadores, un buen trabajo y el club se está tratando de ordenar. Son muchas cosas, aunque sé que si no se dan los resultados no se ven. Los resultados tapan muchas cosas. En la vereda de enfrente era todo lindo porque se daban los resultados y ahora parece que está todo mal. Los jugadores sabemos que no es tan así.

-Cuando llegó al club, con todos aquellos problemas no estaba bien; ¿hoy recuperó su mejor nivel?

-Estoy bien. Es cierto que el año pasado estuve un tiempo sin entrenar, y sin pretemporada. Así es muy difícil mantener un buen ritmo y buen nivel. No sólo yo, muchos compañeros estaban de la misma manera. Ahora la diferencia es que el grupo comenzó a trabajar todo junto y muy mentalizados. Y no hemos tenido lesiones que es una suerte o una virtud del trabajo que hemos hecho y de la concentración.

-Formó con Egidio una dupla que funciona muy bien; y en muy poco tiempo.

- Por suerte nos hemos complementado bien en poco tiempo, pero esto es un conjunto. Nosotros en el medio hacemos la parte nuestra, pero hay respaldo atrás y adelante. Y así se hace más fácil el trabajo.

-¿Qué siente cuando sale a la cancha y ve a toda esa gente que los acompaña?

-Me ha tocado jugar en equipos grandes, pero esto no lo viví en ninguna parte. Puedo haber vivido algo parecido en la Copa Libertadores, pero en un torneo local y contra equipos chicos meter 50.000 personas nunca. Ellos tienen tanta hambre de gloria como nosotros y se ve que les está gustando el trabajo que estamos haciendo. Dentro de la cancha, cuando escuchás lo que cantan estás erizado todo el tiempo.

-Tanta euforia, ¿es responsabilidad o motivación?

-Son las dos cosas, pero no podemos estar eufóricos como ellos porque somos jugadores profesionales. Tenemos que hacer nuestro trabajo, aunque sabiendo que después ese trabajo es una alegría para ellos. Hay que tenerlo claro y lo estamos manejando bien.

-¿Influye en los rivales?

-En los rivales sí. Cerro Largo nunca había jugado con 50.000 personas. A mí me tocó estar del otro lado, en Central y ya ir al estadio es diferente. Te apabulla un poco. Es bravo no escuchar ni a tus compañeros por los gritos de la hinchada.

-¿Pesan las 4 amarillas?

-Para nada. Sigo jugando de la misma manera.