Más veloz que aquella "4x4". Peñarol puede igualar la racha de victorias del equipo que Ribas dirigió en 1999




Distintos técnicos. Distintas filosofías. Distintos momentos. Similares resultados. Un mismo goleador. El domingo, el Peñarol de Diego Aguirre sensación del torneo Clausura puede igualar una marca que parecía lejana en un medio parejo e irregular y en filas de un equipo que no podía desviarse de un mal camino a nivel deportivo: empezar un torneo con ocho victorias consecutivas. Este Peñarol lleva siete. Quiere y puede ir por más.

Velocidad, temple, potencia y eficacia son algunos de los argumentos con los que cuenta el líder del Clausura. Y con el plus de tener la mejor versión de Antonio Pacheco de los últimos años. Como en aquel lejano 1999 en el que dirigía Julio Ribas, el "Tony" se puso el traje de goleador y guía a Peñarol por el camino de la victoria.

La racha del aurinegro de Ribas, hace 11 años, terminó con un empate 1-1 ante Liverpool. Y semanas después festejó el Uruguayo. Bautizado como la "4x4" por su enorme contundencia ofensiva (37 goles en ocho partidos), el Peñarol de Bengoechea, Cedrés, Pandiani y Pacheco fue un furor y se transformó en el "caballito de batalla" de Ribas para los momentos en los que se lo tilda de técnico defensivo.

Aguirre, precisamente, heredó esta vez un plantel que comenzó la temporada bajo el mando de Ribas. Con retoques y un par de refuerzos claves, transformó a un equipo de media tabla en uno del que todos hablan, que tiene cinco puntos de ventaja y vía libre al título.

Apuntándole a la octava. Está habilitado

Tras cumplir el partido de suspensión ante Cerro Largo (por la expulsión frente a River Plate), vuelve a estar habilitado el lateral derecho Matías Aguirregaray. Seguramente el "Vasquito" retorne al equipo titular en el lugar que el domingo ocupó Emiliano Albín, manteniéndose como marcador por el sector izquierdo Darío Rodríguez. Guillermo Rodríguez es el único "golpeado" en el plantel de cara al partido con
Central Español.

Uno en capilla: El volante central Sergio Orteman se mantiene "en capilla" desde hace dos fechas, con cuatro tarjetas amarillas y a una de la suspensión automática por una fecha. Si bien oficialmente se dice que no hay una estrategia para limpiar su foja, no debe extrañar que una quinta amarilla aparezca en el próximo partido, ante Central Español. Así cumpliría la sanción ante Rampla Juniors y se asegura jugar hasta el final del torneo.