Diego Vicente Aguirre espera ver las cartas ajenas, para definir el equipo ante Danubio el Domingo 25 de Abril.




A Peñarol le cambiaron el día de visita a Danubio en Jardines del Hipódromo. Será el domingo -por la participación en los octavos de final de la Copa Santander Libertadores Nacional jugará ante Fénix el sábado- y eso provocó cambios de planes en Los Aromos. Diego Aguirre no descarta darle descanso a algunos de los jugadores más "cargados" a nivel físico si el tradicional rival deja puntos por el camino en el adelanto de la fecha.

Con cuatro unidades de ventaja en la tabla Anual sobre Nacional, Peñarol tiene la posibilidad de especular. Más bien, de jugar con cartas vistas; ventaja que hace unos meses ni el más optimista hincha aurinegro podía imaginar, pero que la notable campaña en el Clausura le brinda en el remate de la temporada.

Por lo pronto, en el entrenamiento de ayer no tomaron parte de los trabajos en cancha Darío Rodríguez y Sergio Orteman. El lateral izquierdo y el volante de contención se limitaron a hacer trabajos físicos livianos bajo el atento seguimiento del "profe" Fernando Piñatares.

Luego del entrenamiento, desde el cuerpo técnico aurinegro se informó que la medida fue tomada por precaución y que, en principio, ninguno de los dos futbolistas correría riesgo de perderse el partido ante Danubio, si es que las circunstancias hicieran decidirse a Aguirre por poner "toda la carne en el asador", como se suele decir, el domingo en Jardines del Hipódromo.

Durante el movimiento de ayer, sus lugares fueron ocupados por Emiliano Albín y Marcel Román. Entonces, Peñarol ayer entrenó con Sebastián Sosa; Matías Aguirregaray, Alejandro González, Guillermo Rodríguez, Albín; Marcelo Sosa, Román; Jonathan Urretaviscaya, Gastón Ramírez; Antonio Pacheco y Alejandro Martinuccio.

Pero Aguirre confirmará la oncena con la que saldrá a la cancha para enfrentar a Danubio recién en la noche del sábado. A esa altura Peñarol podría tener asegurada la primera posición de la Anual y por ende la ventaja de ser campeón del Uruguayo ganando el primer partido (aunque sea por penales) de la definición ante Nacional. Peñarol barajó, repartió y ahora espera ver las cartas ajenas para luego jugar.