Fiesta aurinegra. Otra vez el Centenario estuvo colmado para alentar a Peñarol



Un día de fiesta. O aún más. Un campeonato de fiesta. Así ha vivido este Clausura la hinchada de Peñarol. Y no es para menos. No es común que un equipo, en un medio irregular y parejo como el uruguayo, consiga 12 victorias consecutivas en el comienzo de un torneo. Este Peñarol lo logró y ayer festejó la obtención de un título merecido.

Merecido también por el hincha aurinegro, que en los últimos tiempos venía siendo castigado por los resultados. Y como en las malas el hincha acompañó, en las buenas la institución se acordó de él en medio de esta gran campaña.

Peñarol se acostumbró a jugar a estadio lleno. El buen juego del equipo de Aguirre, los resultados positivos y medidas tan ingeniosas como el "2x1" en una de las cabeceras, hicieron que en cada partido se viviera una fiesta en dos colores: amarillo y negro. Por eso ayer se esperaba una concurrencia masiva. No había promociones ni descuentos porque se jugaba de "visitante", pero había un título al alcance de la mano.

Y se alcanzó nomás. No fue fácil por el digno rival que tuvo enfrente. Pero más se disfruta. El "¡dale campeón!" nació recién cuando el árbitro marcó los descuentos. Y no paró de sonar. "¡Esta hinchada se merece ser campeón...", se cantaba cuando el marcador estaba cuesta arriba por algún defecto propio y virtudes de Fénix. Y los jugadores lo dieron vuelta.

Se esperaba a 50.000 personas en las tribunas y las hubo. Empezó siendo una fiesta y terminó como tal. Una fiesta que la hinchada de Peñarol quiere prolongar. Ahora se viene el clásico, la definición de la Anual y las finales del Uruguayo.