Se tendrá que sacar la mochila de Clásicos. Tuvo un excelente Clausura, pero quedó algo en el debe: ganarle a Nacional



Si Peñarol está en la definición del Uruguayo es porque hizo un Clausura que rozó la perfección. Ganó 14 de los 15 partidos que jugó, convirtiendo 40 goles y recibiendo 15. Pero ese partido que faltó ganar fue especial: el clásico.

En aquella oportunidad, el empate sin goles dejó más satisfecho al plantel y al cuerpo técnico aurinegro que a la hinchada, que copó más del 75% del Centenario esperando cortar la racha sin triunfos ante Nacional. No se logró. Pero según los jugadores, no pesará en el partido del miércoles. Es que hubo atenuantes. La mala condición del terreno de juego, la holgura en el liderazgo de la Tabla Anual y la previa conquista del Clausura hicieron que el punto no fuera mal visto en la interna aurinegra.

Peñarol, esta vez, deberá sacarse esa mochila. Y tiene atributos futbolísticos para hacerlo. Es cierto que en varios partidos sufrió y mucho para ganar, aunque en definitiva lo haya logrado.

Al principio del torneo se hablaba de un líder con dos caras: una contundencia admirable en ofensiva y una llamativa fragilidad defensiva. Empezando por el arquero. Sosa reconoció en su momento no estar manteniendo el nivel que lo llevó a constituirse en figura de Peñarol; pero con el paso de los partidos se fue afianzando. Lo mismo, en gran medida, pasó con la defensa, aunque mantuvo distracciones que costaron goles, incluso en el último partido.

De ahí para adelante, las debilidades se notaron cuando en los volantes externos se alternaron lagunas. Igual, al final, de tanto ir al ataque Peñarol terminó ganando.