"Nada mejor que el partido clásico para reivindicarnos" Don Gregorio Pérez



Entrevista realizada por Silvia Pérez.

Le lleva una gran ventaja a su colega, Marcelo Gallardo. Mientras el tricolor debutará en un clásico, Gregorio jugará el número 33. "Yo recuerdo perfectamente la semana previa a mi primer clásico en 1993. Y hoy siento lo mismo. Exactamente lo mismo", dijo. Reconoció que vienen de resultados adversos, pero cree que lo mejor que puede pasarles es jugar el clásico en este momento. Afirmó, a su vez, que de la forma en que lo van a suplir, no se notará la ausencia de Zalayeta.

-¿Pensó que iba a volver a dirigir un clásico?

-Hace unos meses ni me lo imaginaba. Ni pasaba por mi mente. Más allá de que siempre tuve el deseo de regresar a Peñarol.

-¿Recuerda cuando fue su último clásico?

-Fue por la Liguilla del 2007. Perdimos 1 a 0 con gol del "Chori" Castro. Ese año jugamos tres clásicos, ganamos 4 a 1 el del Apertura y 3 a 0 el del Clausura; el último fue el que perdimos.

-¿Qué significa un clásico?

-Un partido muy especial. Siempre lo estamos esperando. Lo vivís distinto. La semana es diferente. Yo recuerdo perfectamente la semana previa a mi primer clásico, en 1993. Y hoy vivo lo mismo. Exactamente lo mismo y han pasado muchísimos años. Siento lo mismo, las mismas ganas de que llegue de una vez el partido. De ver a la gente en la tribuna. Tener una nueva oportunidad de estar en un clásico es maravilloso. Y eso que no son pocos. Gracias a Dios son muchos. Este va a ser el número 33.

-Hubo buenos y malos.

-Sí, claro. He pasado de todo. Si bien es cierto que en muchos he tenido satisfacciones, en algunos me he ido con una gran amargura.

-¿Hizo algo diferente en la semana?

-No cambio la rutina. Aunque trato de no tener la exposición pública que puedo tener en otras semanas. No soy mucho de salir, pero en una semana como esta trato de estar tranquilo. De pensar mucho en el partido. Siempre me pasó lo mismo.

-Sé que no las va a decir, pero ¿tiene cábalas?

-Algunas tengo, pero no sólo para los clásicos.

- ¿Llega mal Peñarol?

-No podemos negar que tuvimos resultados adversos. Pero qué mejor que este partido para reivindicarnos. Y sinceramente, estoy conforme porque puedo contar con todo el grupo bien y sano.

-Todos menos Zalayeta. Se agarró una bronca bárbara cuando lo expulsaron, ¿no?

-Bueno, sí. Pero enseguida cambié el chip. El es consciente que cometió un error.

-¿Habló con él del asunto?

-Sí hablamos. Está muy triste, está mal. No lo demuestra, pero yo lo conozco mucho. No había nadie que tuviera más ganas de jugar un clásico. Jugó tres clásicos e hizo cuatro goles. Volvió palpitando eso, pero hoy no está. Asume su error y tampoco hay que crucificarlo. Hay que tratar de respaldarlo.

-Pero es un jugador muy importante para usted.

-Muy importante. Sin desmerecer a nadie es un jugador vital, y todo el mundo lo sabe. Pero lo vamos a suplir de una forma en que su ausencia no se sienta.

-¿Hay algo especial que le preocupe de Nacional?

-Tiene muy buenas individualidades y un buen trabajo. Yo al tradicional adversario lo respeto siempre. Pero tenemos plena convicción en lo que vamos a desarrollar y muchísima fe en lo nuestro. Eso no quiere decir que no tomemos recaudos del rival. Pero esos no los puedo decir.

-Tenían gran ventaja en la tabla y ahora les respiran en la nuca, ¿cómo lo toma?

-Es el fútbol. Por eso el clásico va a ser apasionante.


Cuatro años y cuatro meses después

Hace 52 meses que Gregorio Pérez no dirige un clásico. Históricamente ganador en esa materia, el técnico vuelve a encontrarse cara a cara con Nacional. Ya lo hizo en 32 oportunidades por el Uruguayo; ganó 20, empató cuatro y perdió ocho. La historia clásica de Gregorio dirigiendo a Peñarol comenzó el 10 de mayo de 1993, cuando por el Uruguayo venció 1-0 a Nacional. Ese día, puso a Ferro, Tais, Quintana, De los Santos (hoy su asistente técnico), Lima, Dorta, Perdomo, Bengoechea, Cedrés, Otero y Darío Silva. El gol lo hizo Bengoechea, de penal. Hace más de cuatro años, por el Clausura 2007, Peñarol goleó 3-0 a Nacional. Fue el último clásico de Gregorio por el Uruguayo. Jugó con Castillo, Lemes, Nunes, Montero, Diego Rodríguez, Pouso, Arévalo Ríos, Mozzo, Capria, Vigneri y Silvio Méndes.