El Estadio "Campeón del Siglo" tuvo una fiesta inaugural de primerísimo nivel










El Estadio "Campeón del Siglo" tuvo una fiesta inaugural de primerísimo nivel. Un mega show espectacular que hizo vibrar a todo el pueblo Carbonero en una noche que sin dudas será inolvidable.




La "Fiesta del Siglo" abrió con la voz y el canto de Jorge Drexler, y posteriormente los presentes disfrutaron de un recorrido sobre los orígenes del Club y los diferentes momentos de gloria de nuestra institución a través del mapping que se reflejaba en el campo de juego.




Cuatro marionetas gigantes representaron posteriormente a los cuatro capitanes de los cinco equipos campeones de América (Williams Martínez, Néstor Gonçalves, Walter Olivera y Eduardo Pereira) y acto seguido se homenajeó a los verdaderos ídolos que ingresaron por una pasarela con las copas en las manos. Campeones intercontinentales, jugadores laureados a nivel de América e integrantes de los planteles que ganaron los dos quinquenios bajaron a la cancha y retribuyeron el saludo de los fanáticos. Los últimos en marcharse fueron los capitanes de los quinquenios; Néstor Gonçalves y Pablo Javier Bengoechea, que recibieron el cariño y el calor de todos los presentes.





Una gran cantidad de artistas le dieron un marco espectacular a la mega producción. Participaron Jorge Drexler, Hugo y Francisco Fattoruso, Lucila, Julieta y Matías Rada, Raúl Castro, Gustavo Cordera, Mandrake Wolf, Illya Kuryaky y Santiago Tavella, Fabián Estoyanoff y María José Álvarez entre otros. Una locomotora dio la vuelta a la cancha con los músicos tocando sobre ella y haciendo delirar a todos los presentes.




Sobre el cierre, Jorge Drexler entonó la canción dedicada al Estadio "Campeón del Siglo", y el estribillo "Carbonero soy de tu caldera y seré la vida entera" retumbó entre las cuatro tribunas del flamante templo mirasol.




Con el himno del Campeón del Siglo y con un impresionante show de fuegos artificiales se cerró "La Fiesta del Siglo", una noche que los Carboneros no olvidaremos jamás.