"Quisieron que me quedara" Bueno anotó su primer gol; dijo que Peñarol le ofreció un sueldo de US$ 30.000




Carlos Bueno entró pisando fuerte en la Universidad de Chile. El domingo anotó su primer gol, el cuarto en la goleada del equipo de Pelusso frente al Everton. Tras un contragolpe de su equipo y una excelente habilitación de Felipe Gallegos, vio al arquero adelantado y se la picó. Fue la joyita del partido.

"Bueno, bonito y brillante", tituló el diario La Cuarta a propósito de la primera conquista del artiguense con la camiseta azul en el pecho.

En realidad, Carlitos, ya había dado que hablar desde la primera práctica, cuando la entró fuerte en un picado a uno de sus compañeros. "Es que acá todo es muy light", explicó Bueno desde el hotel "De la Bahía", ubicado frente al Océano Pacífico y a mitad de camino entre La Serena y Coquimbo donde el plantel de Universidad de Chile está concentrado a la espera del partido revancha que mañana jugarán por la Pre Sudamericana frente a Iquique.

"Estoy muy contento. Desde que llegué me han tratado todos muy bien, mis compañeros y los técnicos. Y eso que no estaba Mauricio Victorino porque tuvo problemas con los vuelos y se retrasó su regreso del partido que fue a jugar con la selección a Portugal. Con Mauricio nos conocemos bien, porque nos enfrentamos muchas veces en las divisiones juveniles y, además, estuvimos juntos en la selección", contó Bueno.

"Pero lo que más me ha sorprendido es el respeto que me tiene la prensa. ¡Es increíble! No me lo esperaba!", agregó desde la habitación 1011 del hotel "De la Bahía".

"Pelusso me pidió que trabaje tranquilo y que cuando me vea bien me va a poner de titular", dijo Bueno, quien llegó a la "Uchi" para ponerse la camiseta que dejó libre Juan Manuel Olivera y cuya adaptación al fútbol chileno está resultando mucho más rápida de lo que podía esperarse.

SIN ARENGA. "Acá es todo diferente. El fútbol es distinto, por eso se extrañaron tanto porque llegué fuerte en esa primera práctica. No están acostumbrados a nuestra agresividad. Son muy light en todo. Viven de una manera muy diferente. No tienen esa presión que nos ponemos nosotros mismos los uruguayos. Le ponen mucha alegría a todo y tratan de estar lo más tranquilos posible. Y a mí todo eso me pone un poco nervioso. Je. De repente es mejor no tomarse las cosas como nos las tomamos nosotros, pero a mí me parece muy raro. A nosotros todo nos cuesta mucho, pero para los chilenos parece como si todo fuera fácil", narró.

"El domingo mismo, antes de entrar a la cancha nadie hablaba y yo me preguntaba: `¿esto qué es?`. Al final empecé yo a hablar con algunos compañeros que tenía cerca, pero nadie más lo hacía. Además, como recién llegué me pareció que tampoco era lo que tenía que hacer. Después lo hablé con el profe (Javier) Carballo y mi intención es aportar esas cosas que de repente faltan. Acá los jugadores son mucho de seguir al que imponga respeto y vaya para adelante y, seguramente, ese voy a ser yo", se ilusionó.

Dentro de la cancha, sin embargo, el delantero se sintió muy cómodo y prueba de ello es que ingresó a los 73` y cinco minutos después ya había marcado. "Acá juegan mucho más, el fútbol es más dinámico y más veloz porque las canchas son muy buenas", contó.

ORGANIZACIÓN. Desde que llegó a Chile el domingo pasado, Bueno no ha parado. "La hinchada está salada, pero todavía no he tenido mucho contacto con ellos. No he tenido ni tiempo de nada, nos hemos pasado viajando de un lado para el otro. Algo que ya viví en España y que se hace en todos lados, menos en Uruguay. Basta tomarse un avión y viajar dos horas para darse cuenta qué diferente que es todo. Acá está todo absolutamente planificado, se sabe los días en que te toca jugar, contra quién y dónde".

peñarol. Después de tantas idas y venidas con Peñarol, Bueno mira hacia adelante y cree que llegar a Chile fue lo mejor para él. "No sé si Peñarol me hizo un favor... creo que el favor se lo hice yo que les pagué para irme. No siempre soy yo el malo de la película. Pero estoy contento, por ahora todo ha sido positivo. Es como hablé con el presidente de Peñarol que me llamó el otro día: fue una lástima que no se pudiera solucionar el tema. Damiani me dijo que las puertas del club siempre iban a estar abiertas para mí, que estaba muy agradecido por lo que yo había hecho por el club y que lo iba a decir públicamente. La culpa no es de él, pobre".

Aunque le hubiera gustado quedarse en el equipo aurinegro, Bueno no guarda rencor. Y mira hacia adelante. "Si fuera solo Damiani las cosas serían muy diferentes, pero está muy manijeado. Ahí adentro hay gente que le hace muy mal a Peñarol y a los jugadores también. No en mi caso, en general. Gente muy ventajera que habla mucho y hace poco. Y el único que pone la guita es el presidente".

Al final todo resultó bien para el delantero, que comienza a triunfar tras la cordillera. "Lo único fue la plata que tuve que poner, pero no me quedaba otra. Bueno, me quedaba, porque al final me llegaron a ofrecer 30.000 dólares de sueldo. O sea que yo tan errado no estaba y la cagada no era mía. Ya había arreglado todo de palabra en Universidad de Chile cuando me llamaron y me ofrecieron 30.000 dólares de sueldo. Parece que a lo último la votación había cambiado, eran ocho a favor y había un salario que querían arreglar. A horas de irme me llamaron. Les dije que gracias, pero que ya no podía dar marcha atrás. Ahora ya está, no tengo nada que decir de ellos. Ya pasó. Y la vida da muchas vueltas", enfatizó Charly.

VICTORIA. Bueno firmó contrato por tres años y todavía no ha tenido tiempo de ponerse a ver apartamentos. Por ahora está solo, su novia Victoria tiene sus actividades acá y no lo ha acompañado. "Ella trabaja allá y tiene sus cosas, seguramente va a estar viajando. Yendo y viniendo. Esto es muy cerca y eso facilita las cosas. No es como cuando estaba en España que te perdés un día entero viajando y los pasajes son mucho más caros. También vendrán amigos míos, familiares y mi hijo. Y yo también voy a estar yendo, acá todo es mucho más accesible".

Entró y a los cinco minutos la picó

Carlos Bueno había ingresado en el partido que Universidad de Chile jugó frente a Iquique el miércoles pasado por la pre Sudamericana. Allí, en los pocos minutos que estuvo en la cancha, ya mostró destellos de su calidad. El domingo frente a Everton, el delantero uruguayo iba a ser titular, pero finalmente el técnico Gerardo Pelusso prefirió dejarlo en el banco de suplentes. Entró a los 73` y enseguida marcó el cuarto gol picándola sobre el arquero. "Estoy contento porque se ganó. Y en lo personal, fue un debut soñado", dijo Bueno.

Tienen hinchas en todos lados

Universidad de Chile suele jugar en el estadio Nacional de Santiago, pero como lo están refaccionando, actualmente oficia de local en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo, ubicado a 500 kilómetros de la capital chilena. Sin embargo, y a pesar de la distancia, siempre juega a estadio lleno. Es que la "Uchi" es un grande y tiene hinchas en todos lados. La parcialidad de la "Bulla" ya está loca de la vida con "Charly Good" a pesar de que todavía no ha podido tener ningún contacto personal con el futbolista.

No se parece para nada a Olivera

Los periodistas chilenos están sorprendidos con la personalidad del goleador uruguayo. "Y ya verán como soy en los clásicos. Ya verán mi carácter en esos partidos", advirtió Bueno tras la primera práctica en que sorprendió a todos al entrarle fuerte a Ángel Rojas, uno de sus compañeros. La diferencia entre Bueno y Juan Manuel Olivera, el delantero uruguayo al que sustituye, es lo que los tiene más sorprendidos. Es que Olivera, que se fue a jugar al fútbol árabe, es de perfil muy bajo y no se parece en nada al artiguense.

"Todo bien, ¡pero lo pago yo!"

"Está todo bien, pero la llamada esta la pago yo. Y si hablamos mucho me va a salir un dineral", dijo Carlos Bueno algo preocupado. Es que el delantero aún no tiene celular de Chile y se sigue manejando con el que utilizaba en Montevideo. Por lo tanto, las llamadas que recibe las tiene que pagar él. La solución para poder realizar la entrevista con el goleador artiguense fue averiguar el teléfono del hotel "De la Bahía" donde está concentrado el plantel de Universidad de Chile y llamarlo a la habitación. "Charly" tenía razón.