
El delantero fue el segundo máximo anotador del Apertura de la temporada pasada, pero jugó apenas 16 minutos del Clausura. Por entender que bajo las órdenes de Aguirre no iba a tener las oportunidades deseadas, se fue a préstamo al Cádiz, de la Segunda División española, donde encontró a un "segundo padre" en Andrés Fleurquin. Hoy, busca una nueva oportunidad en el club de sus amores, dolido porque no pudo estar en el momento más feliz de Peñarol de los últimos años.
- ¿Qué le dejó la experiencia española, en Cádiz?
- Me sirvió mucho para madurar en muchos aspectos, incluido el futbolístico. Si bien al equipo en sí no le salieron las cosas, en lo personal me fue bien, aunque no tanto como quería. Jugué 12 partidos de los 18 o 20 que podría haber jugado. Y en la mayoría fui titular, es decir que, para haberme ido tan joven y por tan poco tiempo, son números buenos.
- ¿Y por qué no le fue "tan" bien como quería?
- Porque no pude llegar al rendimiento que tuve en Peñarol antes de irme, aunque es cierto que jugué en otros puestos, algo que también me sirvió para aprender.
- Cuando venía con ritmo, tuvo que parar.
- Sí, casi me sale una úlcera en el estómago, por nervios y ansiedad. Pero no llegó a ser algo grave. Me hicieron parar una semana porque no la estaba pasando bien con ese problema, pero después volví a jugar con normalidad.
- ¿Nervios y ansiedad?
- Sí, son cosas que pasan. Yo sufría de eso cuando chico.
- ¿Y, ahora, su salida de Peñarol tuvo algo que ver?
- Y sí, pasé momentos jodidos acá en el club y en la parte más feliz y más emocionante, de salir campeón después de varios años, no pude estar. Eso me dolió muchísimo. Sufrí bastante y eso repercutió en los nervios y en lo demás.
- ¿Se arrepiente de haberse ido?
- No sé, fue un momento. Apareció la oportunidad y decidí irme, por ciertas razones que quedaron atrás. Me quedó el sabor amargo de no estar en un momento tan especial y que siempre fue el sueño de mi vida. Quedé dolido por eso, pero ya está. Tengo otra oportunidad.
- Dijo "ciertas razones".
- Sí, había alcanzado un buen nivel en Peñarol y esperaba seguir por el mismo camino, creciendo. No se dio, pero ya quedó atrás.
- ¿En qué puestos jugó en el Cádiz?
- Tuve algún partido de delantero, obviamente, pero también jugué de mediapunta y por afuera, tanto por derecha como por izquierda. Cambiaba, según el sistema que empleaba el equipo.
- En el amistoso del miércoles Keosseian lo puso de volante por derecha, como en la primera práctica.
- Sí, porque todos sabemos que se fue Urretaviscaya, un jugador muy importante, y como la base se mantiene, el técnico busca recomponer eso. Él ve que tengo condiciones para jugar ahí y me está probando, como ha probado a otros compañeros.
- El técnico le ve condiciones para jugar ahí. ¿Usted?
- Sí, también. Sé que no es un puesto que manejó con naturalidad, pero entrenando ahí, sin estar cambiando de una práctica a la otra, me puedo acostumbrar. La confianza del técnico es clave.
- ¿Encontró un Peñarol distinto al volver?
- Cambió, porque hacía tiempo que no se ganaba y ahora se logró. El aire cambió, pero sabemos lo que es Peñarol y que siempre tiene que salir campeón.