El orgullo de ser de Peñarol; Al regresar de Madrid, Keosseian contó que Mourinho lo felicitó; Casillas sorprendió a su colega




Era feriado no laborable y no había clases. Un día ideal para quedarse un rato más en la cama. Sin embargo, muchos hinchas de Peñarol se levantaron temprano y aparecieron en el aeropuerto con banderas y camisetas para darle la bienvenida al equipo que hizo un digno papel frente a Real Madrid.

El primero en salir fue Fabián Estoyanoff y se sorprendió cuando una cantidad de gente se abalanzó sobre él. "Estamos muy felices porque el equipo hizo un buen papel. Dimos en la talla", dijo el "Lolo". Y acto seguido se lamentó por la posibilidad que no pudo concretar. "Son milésimas de segundo en las que uno tiene que decidir. En esa jugada en que quedé mano a mano con Casillas, intenté engancharle a Xabi, pero no me salió. No fue la mejor decisión", reconoció el delantero que se trajo de recuerdo la camiseta de Arbeloa porque jugó con él.

"Fue un partido lindo y una gran fiesta. Ellos dominaron, pero Peñarol respondió bien e hizo un buen juego donde incluso tuvimos nuestras ocasiones", dijo Manuel Keosseian.

El técnico confió a su vez lo que su colega Mourinho le dijo al oído al final del partido. "Me felicitó porque habíamos hecho un buen juego y me deseó suerte para el torneo local".

Tras reconocer el poderío del Madrid como institución, Keosseian resaltó a los hinchas de su equipo. "La cantidad impresionante de hinchas de Peñarol que iban al hotel, a los entrenamientos y que se hicieron sentir en el estadio más que los del Madrid fue conmovedor".

"Lo disfruté como un niño, como si me hubiera ido de vacaciones", manifestó, por su parte, Gerardo Alcoba. "Nosotros no fuimos a jugar un amistoso, fuimos a representar a Uruguay. Debajo de la camiseta del Peñarol estaba el escudo del país. Y lo dejamos bien parado, tanto adentro como afuera de la cancha. Hay que seguir por ese camino como lo viene haciendo la selección", agregó el defensa. "Nos equivocamos dos veces. Las fallas fueron mínimas, pero contra esos jugadores se paga", finalizó Alcoba, quien trajo la camiseta de Benzema para su padre. Albín, mientras tanto, dijo que vivió un sueño solo comparable al día en que debutó en la Primera de Peñarol. "Medirse con uno de los mejores planteles de Europa y jugar en uno de los estadios más importantes del mundo fue una experiencia impresionante. Un sueño que no se puede olvidar. Además, hicimos un partido digno. Lo sacamos de la forma en que esperábamos. Lo positivo fue la entrega y el orden", dijo Albín. "Se nota la diferencia que tenemos con el resto del mundo. Real Madrid tiene un complejo que es de otro mundo si lo comparamos con Los Aromos. Son cosas para mirar y aprender", agregó, y luego explicó que no pudo conseguir la camiseta de Cristiano. "Hablé con él por un cruce que tuvimos y también de la camiseta, pero como al final se fue sin dármela tampoco lo iba a salir a correr".

El que tuvo mejor suerte fue Sebastián Sosa, quien se trajo la de su colega Iker Casillas. "Para mí es el mejor arquero del mundo. Es un orgullo tener su camiseta", explicó, mientras saludaba a su hijita Milagros. "Lo anecdótico fue que yo ya me daba vuelta para irme me dijo: `eeeehh, chaval, dame la tuya`. Me sorprendió". El capitán Antonio Pacheco fue de los últimos en salir. "No nos gustó perder, pero se hizo un buen papel", dijo el "Tony". "Lo que más nos llamó la atención fueron las instalaciones del Madrid. En esos momentos uno se da cuenta que el jugador uruguayo es milagroso", agregó el volante que no se sorprendió con los jugadores del Madrid. "Los que me sorprendieron para bien fueron mis compañeros que son los más importantes".