Como la historia se lo marca y obliga, Peñarol vuelve esta noche, en Guayaquil y a las 22.15, al ruedo internacional. Ese ruedo del que nunca se tendría que haber alejado por cuestiones de grandeza, por esas cinco Libertadores y tres Intercontinentales que lo han elevado a un sitial de privilegio en el planeta fútbol.
Pasaron 574 días -aunque parecen muchos más- de aquel empate sin goles en el Centenario ante Independiente Medellín que frustró la entrada de Peñarol a la fase de grupos de la Copa Santander Libertadores 2009. Aquel 3 de febrero, Peñarol jugó su último partido oficial a nivel continental y hoy vuelve con un título del Uruguayo abajo del brazo.
Enfrente estará el Barcelona ecuatoriano, que intenta despertar de un largo letargo -fue dos veces finalista de la Libertadores en los 90 y luego no volvió a figurar- fundamentado en un equipo con buena mezcla de experiencia y juventud.
Para Peñarol el de hoy será el regreso a la actividad oficial tras aquellas finales ante Nacional, en mayo. Es decir, inicia su camino en la Sudamericana con el riesgo que implica no haber tenido partidos "por los puntos", más allá de la importancia que se le dio al amistoso que hace una semana jugó en España ante Real Madrid y que sirviera, según lo apuntado por los aurinegros, desde el punto de vista futbolístico y emocional.
El rival sí está en rodaje. Arrastra problemas, pero llega tras dos victorias (una internacional y otra local) que le mejoraron el ánimo y calmaron las aguas de una "interna" entre la hinchada y la dirigencia que se estaba tornado feroz.
De cara a este partido, el técnico Juan Manuel Llop contó con varios problemas. El primero fue la suspensión de Omar De Jesús, lateral derecho que ha integrado la selección ecuatoriana. Y en los últimos días padeció las lesiones de Luis Bolaños y Ricardo Noir -sus figuras en ofensiva- que serán esperados aunque se entiende no están en las mejores condiciones para jugar.
Del lado de Peñarol, todo indica que Manuel Keosseian repetirá la oncena que jugó hace siete días en Madrid, aunque por momentos el técnico dudó en la inclusión de Nicolás Domingo.
Comienza a andar la ilusión de Peñarol de volver a los primeros planos del fútbol continental. Y el camino hacia la final de esta Sudamericana no es un paseo para los aurinegros, pero lejos está de ser el más duro. Igual, plantel y cuerpo técnico quieren ir paso a paso. Al primero lo dan hoy.
