
Además de ganar, que fue lo más importante, claro, Peñarol anoche sacó la cabeza ante Wanderers.
Es que los aurinegros venían de empatar con El Tanque Sisley, lo que sumado a la igualdad con Fénix ya hacía dudar, e inquietar, a su hinchada.
Por otro lado, también, contaba el adversario, ya que Wanderers le había empatado a Nacional y llegaba de agarrar a Defensor después de la goleada que los violetas le propinaron al Sport Huancayo, y darle flor de porrazo.
Por todo eso, pues, y por cómo se dio el trámite, que hasta que Wanderers decayó al final, fue electrizante, Peñarol sacó la cabeza. Con dos goles de pelota quieta, uno con un frentazo y otro con un "hombrazo", salió adelante.
Ocurre que ayer Peñarol salió como contra El Tanque Sisley: "vendiendo boletines" y provocando varios corners -esta vez fueron 3 en 6`, contra los 6 en 5` del sábado pasado- con las acelaradas de Martinuccio y Estoyanoff por los costados, y el pie inteligente de Pacheco para poner en carrera al "Lolo" y al "Negro" e inquietar con maniobras personales como la que gestó el foul del que surgió el primer tanto.
Sin embargo, se sabe: Peñarol no tiene capacidad de definición en jugadas de campo dentro del área contraria; así que, después de la pelota quieta en la que Guillermo Rodríguez puso el 1-0 con certero cabezazo, entró a tallar el rápido y dinámico manejo de pelota de Wanderers para desdoblarse.
Ahí Peñarol sufrió bastante, ya que la habilidad de "Maxi" Rodríguez y la vivacidad de Puerari lo desbordaron, porque cuando Wanderers pasó al ataque, como Estoyanoff y Martinuccio no son carrileros, sino punteros que juegan retrasados, a Sosa y Arévalo Ríos les quedó una estancia para marcar, y los bohemios se fueron a las barbas, empataron y hasta pudieron pasar de largo.

Wanderers no ligó con los caños y lo pagó tan caro como con las desatenciones en las pelotas quietas que llegaron a su área. En una Martinuccio puso el 2-1 con "hombrazo", más que un cabezazo y, aunque luego quedó con un hombre menos por la roja a Sosa, Peñarol sacó la cabeza. Mandó, ganó, pudo hacerlo por algún gol más y, en suma, salió adelante