Entrevista a Manolo Keosseian tras la salida del Vasquito; comento "Tienen derecho a opinar"




En la primera fecha, cuando Manuel Keosseian sacó a Albín para darle minutos a Darío Rodríguez y potenciar el juego aéreo de Peñarol, bajó desde la tribuna un murmullo. Ese murmullo, mientras Peñarol ganaba 2-0 se transformó en tímido reproche minutos después y tras el cambio de Domingo (volante central) por Alonso (delantero), cuando Fénix logró descontar la ventaja de dos goles de Peñarol.

El sábado, el aurinegro dejó dos puntos más por el camino y esta vez sí, la hinchada hizo notar su malestar a fuerza de silbidos. Los mismos comenzaron a escucharse a los 69 minutos, en reprobación al segundo cambio de Keosseian; pero no por la decisión de incluir a Corujo -figura en los partidos anteriores y aplaudido cuando fue a aprontarse para ingresar- sino a la de sacar a Aguirregaray.

"La gente tiene todo el derecho a opinar", afirmó "Manolo" Keosseian tras el empate sin goles ante El Tanque Sisley. "Con la entrada de Corujo intentamos prácticamente jugar con línea de tres, abrir nuevamente la cancha, que él se fuera al ataque, pero no se dio el resultado que esperábamos", explicó después.

La sensación es que la hinchada pretendía el cambio por Darío Rodríguez -ante Miramar Misiones, en el segundo tiempo Peñarol jugó con una línea de tres compuesta por Aguirregaray, Alcoba y Guillermo Rodríguez, siendo Corujo clave para la victoria jugando como volante- o, si acaso, por Solari, que ya se notaba desgastado a esa altura.

Ya había ingresado Pacheco por Ramis y luego lo hizo Mejía por Solari. Pero más allá de alguna jugada vertiginosa del colombiano por izquierda, que levantó a una hinchada ya impaciente, las variantes no dieron el resultado esperado por el entrenador aurinegro.

"Preocupado no estoy porque el equipo tuvo pasajes buenos. Recién van tres fechas y si bien es cierto que se perdieron cuatro puntos, tengo la tranquilidad que los pudimos haber ganado, sin dudas", opinó Keosseian, que se mantiene invicto a nivel oficial, con tres victorias y dos empates.

"En el primer tiempo tuvimos entre ocho y diez situaciones claras que no se pudieron concretar. Y después se cierran los espacios, comienza la ansiedad. Además, el rival estuvo bien parado. Hay que concretar las opciones que se crean y eso no pasó", analizó. Y agregó que en el segundo tiempo el equipo jugó "mirando la hora, apresurado, perdiendo precisión".

Según el técnico, "lógicamente nos hubiese gustado ganar los tres puntos", pero todavía hay mucho camino por recorrer en el Apertura. "Todos los equipos perdieron puntos y va a ser un torneo parejo. Nosotros tenemos que seguir trabajando como lo venimos haciendo para crecer como equipo y con la convicción que se están haciendo bien las cosas. Un equipo que tiene en el primer tiempo diez chances de gol, no está mal", opinó Keosseian.

Pero la hinchada se mostró impaciente como hacía tiempo no sucedía. Se puso nerviosa y contagió a los jugadores. Si hasta algunos identificados con la causa, como Estoyanoff, recibieron silbidos -y en la primera práctica de fútbol, allá por julio, hubo hinchas que le gritaron a Gastón Ramírez que tenía que meter porque estaba en Peñarol-, no extraña la incipiente reprobación a Keosseian.